Sólo una palabra
que me lleve a tu amor,
un sentimiento inalcansable,
y cien gritos de felicidad.
Sólo una vida para vivir,
junto a tu alma
que me embriaga
y me llena de ti.
Sólo mil momentos,
para soñarte,
para no despertarme
y no dejar de amarte.
Me atreví a susurrar sueños,
a susurrarte deseos alcanzables,
más atrevida: quise besarte
y borrar de ti toda tristeza.
Fue ese instante inacabado,
en el que vi tu mirada y su ternura,
el tintineo de esa emoción infantil,
el alma abierta a sentimientos y la pasion.
En una sola noche....
Elizabeth
|